Si nos alineamos con el viento, él lo hará todo por nosotros.
Nada nos resultará difícil ni costoso, nos llevará y seremos uno.
El windsurf (también conocido como Sailboarding) es una de las disciplinas náuticas con más arraigo en España y la provincia de Almería dispone de numerosas playas con las condiciones idóneas para su práctica. Gracias a los vientos de Poniente y levante que soplan en el Mar de Alborán es posible navegar de manera habitual, esto convierte nuestras costas en lugares privilegiados para todos los windsurfistas de Europa y del mundo.
Si os queréis iniciar en este mundillo, en el que la libertad, las emociones fuertes, fluir con las olas y volar al ritmo del aire componen una auténtica filosofía de vida, a continuación os proponemos una serie de consejos para la correcta práctica de este deporte:
-Para iniciarse en el windsurf las brisas suaves y los vientos moderados son ideales, ya que nos permitirán practicar todo tipo de maniobras e ir aprendiendo la técnica poco a poco y de manera segura.
-La mejor época del año para practicar windsurf es la primavera y la época estival, el periodo que abarca desde Semana Santa hasta finales de verano.
-El horario recomendado para su práctica es por las mañanas y al mediodía, ya que las condiciones de viento son más constantes. Siempre es recomendable consultar a las Escuelas de Navegación los mejores horarios de la zona. Al principio debemos evitar los vientos offshore (aquellos que van de la tierra hacia el mar), podrían alejarnos demasiado de la orilla, y al no tener un control profesional de nuestro equipo, podría ser peligroso.
-No debemos tener miedo, debemos dejarnos fluir, respetando al mar, pero sin temerlo. Si tenemos que caer, caemos, somos flexibles, nos adaptamos, sin resistirnos.
-La técnica es un factor clave. Aunque dispongamos de una excelente fuerza física, si no la acompañamos de una buena técnica, nuestra evolución no será tal.
-No tenemos prisa, debemos posicionarnos, conocer nuestro centro y tener paciencia. El viento juega un factor decisivo, y estar en sintonía con él cuesta un poco.
-Debemos asegurarnos de que el material que usamos es el adecuado. Empezaremos con tablas de gran volumen, con orza y vela pequeña que son más fáciles de manejar y requieren menos esfuerzo por nuestra parte.
-Finalmente, conocer nuestras limitaciones iniciales garantizará que vayamos avanzando poco a poco, sin agobios y frustraciones.
Si nos dejamos llevar las sensaciones invadirán nuestro cuerpo: el contacto con la tabla, el sonido del viento girando la vela, el batir de las salpicaduras del agua, el corte de las olas a unos centímetros de nuestros pies, el viento haciendo danzar nuestro cuerpo sobre el mar y el aire…, y sentiremos que somos parte de algo mucho más grande que nosotros mismos.